Alone...

Miro la vantana y siento el frío que recorre la calle. Miro a la gente cubierta de tanta ropa y pienso qué estaría haciendo yo en ese momento. No puedo. Inmerso en tantas otras cosas que apenas tengo tiempo de regular mi respiración.

Enrtre un descanso a mi mente veo la TV. No puedo creer tanta torpeza. En un mal inglés suena "when you call my name is like a little pray..."

Momentos evocan en mí. Pienso en los tiempos en que arrastraba la bolsa del pan y sé que a veces lo hago ahora grande. Miro a mi larededor y no hay nadie. Estoy solo. En la Univers(al)idad estoy rodeado de mediocres y en mi mente creo que ni siquiera existo.

Click mental. Vuelvo a la realidad teatralizada. Estás tú y lloro (creo que a veces hace bien llorar por nada). "No le veo resultados. Mejor sigamos así", me respondo; sin siquiera saber lo que piensas.

Me estoy adelanando. No quisiera ser de esos quienes las sorpresa no les agrada. Odio agosto. Me obnubila demasiado.

Por lo menos hoy es el último día. Mañana te veré y reaccionaré de forma diferente, sino siemrpe hay algún estupefaciente que ayude al insomnio pasajero de nuestra eternidad o algún bar que me sirva una copa (pero solo una) para olvidar el mal rato.

También estará un amigo que te diga que hacer y te cachetee para reaccionar, la compañía de un café que sabe mejor en la nostalgia o una buena ducha que (adelantando los hechos) quite el olor a fracaso...