Guilty

Siempre me tratas mal. Me gritas "puta, maraca", entre otras cosdas innombrables. Restregas el piso conmigo, me pones de cabeza, de lado. Sujetas de forma muy fuerte mis brazos y no me dejas hablar.

No puedo hacer nada. Te temo y quiero (no te amo, por si lo creías). Esos brazos fuertes y esa mirada dura de gran señor. De padre de familia, de marino y de tantas otras cosas. No puedo contra ti.

Pero siempre me gritas y criticas. Me tratas como la escoria social. Me culpas de todo lo que pasa, para después no verme. Siempre es así. Soy el esclavo de tus rendiciones, de la débil carne que tienes y que endurezco con mis labios.

Nunca culpas al alcohol. Soy yo quien te hipnotiza, el que te embruja y tiene embobado. "Jajaja", me das tanta risa. Nunca he obligado nada y tú nunca me has obligado a mí. Si dejo que me trates mal es qeu me encanta succionar esa paleta blanca y dionisiaca. Me encanta acariciar esos muslos y trasero duros de tanto ejercicio y bicicleta. Es por auella razón que dejo que me trates como lo peor.

Aunque ya me aburrí. No tengo por qué aguantar que un "cover" venga a pasarse rollos. Bien, te engañé un día de bohemia. Te acompañé a tu hogar. Pero tú me pediste que pasara la noche ¿Cómo saber que tenías una sola cama?

Esa noche fue la primera de tantas. La primera en sexo, en insultos y forcejeos. La primera en la que comprobé el éxtasis de tu vida y tú viste que no era tan malo. Allí fue que escuché "maraca, puta bastarda. No vas a salir bien de esta. Toma Toma Tomaaaaahhhhh" ¿Te gusta, lo quieres más fuerte?"

Caíste rendido y acabado en todo sentido. Dormimos en la misma cama juntos, pero no abrazados. Te despertaste y con gritos asustados me miraste. "Qué me hiciste, dime que me hiciste".

Tranquilamente miré el reloj. Me di una vuelta y contesté tan tarnquilo... "Nada, yo soy pasivo y tú eres Hetero ¿no?"