martes, septiembre 16, 2008

Casiopea

Nunca conocí ese nombre. Ni siquiera sabía de qué trataba. Escuchaba a lo lejos que claman y declamaban las palabras que formaban ese nombre de griega añosa y olvidada por la historia común. Me nutrí en conocimiento, tratando de encontrar una respuesta, un relato, algo que explicase la existencia de por qué Casiopea sonaba en la actualidad.

Lo más cercano estaba a kilómetros de años luz. Una galaxia en el infinito que se calificaba así. Algo nuevo, misterioso, estelar. Tuve varios sueños, pero en ninguno podía ver la realidad. Hasta que te conocí a ciencia cierta. Te tuve al lado y desenmarañé varias cosas. Desempolvé sentimientos y sentimentalismos. Pude separar historias y cuentos. Logré nutrirme de ti y de lo que te rodeaba. Ganar muchas cosas y perder varias otras. Gané envidias, perdí un poco de fe; gané confianza y perdí mi reputación de hielo.

Traté de acercarme más. Joder mi existencia para cegarme con tu luz, que se agotaba con el tiempo. Nubarrones oxidados contaminaban tu entorno. Envidias malsanas corrían en desmedro de todo el potencial que tenías (y que sigue vivo y durmiente por un dejo de flojera). Sufrí al ver como llovían estrellas que perecían en la negrura. Tal cual cometa, te ibas y regresabas.

Nunca supe la fecha exacta cuando tu luz dejó de llegar a mi planeta. Estaba sumido en la oscuridad que dejó tu espacio. De repente me obnubilé. Volviste en la gloria que sólo se logra al resurgir de la muerte (no del ser, no de vida. Otra más rara aún que solamente afecta a divinidades), al escapar e irse en contra de lo establecido, de lo soñado.

Y te veo ahora. Con caminos dispersos. Volátiles y errantes. Queriendo ser tú, pero no siéndolo. Esperando no sé que dios para salvarte, una constelación amiga que te diese abrigo.

Lamento decir que, aunque acojas a varios planetas en ti, aunque tu luz sea única y llegue a millones; eres solitaria, llena y rodeada de pequeños mundos que no te pertenecen, que no encajan contigo, que no puedes cambiar, que no intentan cambiar. Casiopea, sigue tu camino....