miércoles, junio 28, 2006

Chocolate

Tengo frío, me revienta estar en invierno. Aparte que mi cuerpo no está acostumbrado. Odio Argentina, en especial cuando se tiene que pasar la cordillera. Por la puta madre que frío hace. Lo único bueno es el mendocino que me estoy comiendo, no me pueden gustar má estos dulces.

Ya estamos en la frontera. Quedan cómo seis horas de viaje y lo único que hay es ese desierto blanco. Estoy aburrido y no quiero habalr con la señora de olora a naftalina que tengo a mi lado. Las revistas las tengo muy leídas y no me queda nada más que dormir.

¿Cómo las personas pueden dormir en el bus? Me meuvo, acomodo. No, es imposible. Bueno no queda más que mirar a la gente para inventar alguan historia o fantasía.

Ese negro parace ser de Brasil. Está bien, aunqeu me pregunto si el mito de los negros será verdad. Cuando vaya al baño me fijo. Y ese señor, debe ser de Chile. Creo que lo he visto alguna vez antes. Parece que salió en la tele.

UUUUUUy que tengo frío. Moriría por un té. Aunque me dijeron que en los buses no venden
cosas, aparte que siempre paramos para comer.

-"Señor auxiliar"
-Decíme?
-"Tienen alguna bebida caliente"
-Che, no. Sory, perio la verdad es que acá te tenés que traer las cosas.
-"Aps".
-Pero ya falta poco. Esperá que lleguemso al terminal y yo te ofrezco algo.
-Gracias.

Por fin llegamos, hace fríoooooooo. Yas tengo la maleta, aprovecho de irme ahora, no vaya a ser que me congele acá. Tengo que tomar un taxi pronto.

-Querido, ¿dónde te vas?
-"A tomar un auto".
-Che, no querías algo caliente para beber
-"Sí, pero es que..."
-Es que nada. Ya te tengo un chocolate en la garita para que te tomés.
-"Bueno, gracias. Voy".
-Cómo lo encontrás
-"Está exquisito, gracias otra vez."
-No querés un mendocino.
-"Síiiii. Me encantan"
-Bueno, aquí me tenés. Me querés con chocolate o dulce de leche...

miércoles, junio 14, 2006

Vino tinto

Me aburren las noches solitarias. A veces llamo a unos amigos para que me entretengan un poco, si no es así, la paso mal y me siento feo. Te estoy apreciando de a poco, lo sabes, sabes que me gustaba más tu hermano, por el color y su acidez, aunque estoy acostumbrándome a ti.

Por eso acepté que nos acompañaras esa noche en el Bar Escondido (o era café), donde mis amigas te disfrutaron mucho. Incluso no quisieron que te fueras tan rápido y nos quedamos un rato más, pusimos más plata y te disfrutamos hasta el final.

Siempre estás en lo eventos sociales. Me carga que seas tan de alcurnia. Aunque te he visto acompañando a algún borracho por la calle. Eres así: un alma libre que va donde lo llamen. Si mi abuelo solía pasarla bien contigo, mi abuela para que decirlo. Muchas veces te escondía para que no la retaran.

Desde pequeño te desdeñé. Nunca creí que con el tiempo me iba a enamorar de tu textura, de tu color, de ese aroma q veces de cuero o roble (a veces de frutos silvestres, a veces de otros cuerpos).

Si no me molestas, me das calor y abrigo. Haces que la temperatura corporal cobre otro sentido. Eres mi afrodisiaco, mi calefactor, mi confidente entre copa y copa.

Aseguraría que un poco borracho te dije: "si somos amigos", aunque por estos días invernales te estoy considerando mi amante...