miércoles, mayo 25, 2005

Promesas de político

Heme aquí otra vez, espernado la nada. Las cosas van mejor de lo que pienso, por lo menos todo resulta sin que tenga que condicionarlo. Mi corazón está más calmo y mi semblante maduro. Aunque lleno de actividad, no siento estar cansado, por el contrario.

Pienso (y pienso mucho) que nada de lo que ocurre es real. Vivo en una utopía constante y desenfrenada, la cual no pretende dejar espacio para mi vida.

Creo (y no me gusta creer) que algo sucederá a fin de año. Un estímulo raro toma mis axiomas y deviene en una extraña sensación de mortandad. Muerte de sentimientos y relaciones. Felación de sesos y pensamientos. Crítica a la razón y a mis beneficios.

Partícipe de esto es alguien (si bien no muy cercano) de mi entorno. No debería confiar tanto en las personas qeu me rodean. No debería tener credibilidad con la gente. no debería ser (o pretender ser) tan perfecto y buena onda.

Al parecer... hay demasiadas epistemes. El paradigma de mi vida es no crear más esperanzas en los otros y a los otros.

Esas son mis espectativas para el futuro: "Nadie me creerá de aquí en adelante. Seré uno más de ustedes. Todas las opiniones serán tomadas en cuenta. Tendrán todo de mi gente. Los haré libre de las cargas emotivas, tal como lo soy yo..."

¿Me creerán?

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