Qué Freak (mi vida)

Ya son las dos de la tarde. Tengo hambre y quiero almorzar. Es un jueves extraño y no quiero pensar en nada, son demasiadas las cosas para realizar en estos últimos días: El viaje a Quillota, el trabajo de comunicación y desarrollo, y otras tantas cosas que abruman al estudiante (odio gastar plata en fotografía... es mu caro).

Suena el celular, ¿por qué me llamará este personaje? Don Jorge. Cómo ha estado. Leyó el escrito. Aaaaahhhh lo leerá el lunes. Yo bien gracias ¿Juntarnos a un café? Me parece bien, así hablamos del escrito, me gusatría que le criticara. Habal de usted, así que necesito su opinión. Ya Jorge, que esté bien. Nos vemos el martes.

Un periodista llamaba. Me pregunto por qué tanto interés en saber de mí. La verdad no queiro pasarme rollos, pero es que a nadie lo llaman así cómo así, especialmente después de verle sólo una vez y hace tanto tiempo. Me dijo que estaba tratando de ubicarme. Me escribió un correo. Extraño. Tenía mi correo, pues le mandé el trabajo, pero esperaba un acrítica, no un saludo.

En fin, ya pasaba la semana. Necesitaba de aires nuevos. El viernes tenía que ir a Canal trece a fotografiar rostros. Nada del otro mundo. La espera es demasiado grande. Me da lata. Allí escucho un sususrro "¿Trabajas aquí? " Saco fotos para un ramo, pero la verdad no me gusta estar fotografiando a estrellas, pero no le saco a cualquiera. No estoy ni ahí con ir a gastar un rollo con Nelsón Mauri, ni con cualquier conocido. Por eso estoy espernado. Después de varios minutos de lata, me dicen si he ido a ese local, "ese que está a un costado del San Cristóbal".

El Bokhara. Sí. Fui a filmar, pero esa vez me toquetearon entero. No iría otra vez. Es demasiado Freak. Un chamullo largo. Que sí , que no, que los hombres son frescos... Hasta que soltó lo que quería. El viejo era gay y estaba tratando de venderme el cuento. Me pidió el fono. No sé que cosa pensaba, pero le di el cell. Total, un teléfono se puede apagar. Quería invtarme a almorzar. Un pollito al velador, pensé. Ni cagando me voy con el viejo. Si no es de mi agrado y no soy tan fácil (bueno, soy fácil con quien quiero).

Se fue. Allí llegó Teresita Reyes. La fotografié y terminé el gran recorrido. Ahora me iría a laU.

No encontré rollos. Lo malo de esto es que debería sacar fotografías el sábado temprano. Me dio lata. Llamé a la Fran para tomarnos algo, necesitaba desestresarme. Después de unos tragos en el Candil, la situación mejoró, al igual que mi ánimo.

Tomé la micro con la intención de estudiar. En el bus, un caballero me pregunta si estudio ciencias políticas. Le dije que no, que estudiaba periodismo y empieza a decir que es licenciado en filosofía y qeu le atraía mucho el tema de la democracia. Yo prestaba atención, o por lo menos le hacía creer eso (me carga ser roto) y se tiene que bajar. Antes de eso, me da su tarjeta y dice que el escriba, qeu el encantaría seguir la conversación conmigo (era un monólogo, pero que se le hace).

El sábado en la noche, el evento "Noche de Divas". Tenía que sacar fotos. Nunca me jotearon tanto. Los viejitos eran demasiado comunes. Me pedían fuego, yo no tenía y me perseguían hasat que les miraba feo y me retiraba. Uno quiso que le sacara una foto, porque iba aser "especial para mí". Me invitaba a tragos, yo estaba trabajando, no lo iba a aceptar. Me perseguía por todos lados y me tomaba la mano... por suerte el evento terminaba y me hice amigo de los guardias.

Así todo pasó sin pena ni gloria... yo tengo que esperar... No haré nada malo, porque no debo ni quiero, pero el gen maldito se acelera. Cómo si quein me hizo daño supiese de mi serte y trata de llenar mi vida de nuevo. No debo caer en tentación, pero es demasiado que sea tanb pedido por los cracks del mundo no hetero. Con más de cincuenta... No lo sé... creo que los treinta y algo son lo mejorcito...