Abstinencia, desenfreno y risa

No puedo decir nada. La priemra palabra alumbra mi camino hace casi seis meses. La segunda es un ideal que cumplió una amiga y la última es lo que hacemos todos, porque no tenemos otra opción (el llanto no es opción).

Estoy en la etapa en donde todo lo que realizo puede ser bueno o malo. Me carga. Quisiera qeu fuese excelente o pésimo, pero al fin todo queda en algo "bueno, pero podría ser mejor".

Creo que por esta razón no me atrevo a ser un loco, un desenfrenado que quiere tirar con el mundo. Lo malo es qeu tampoco puedo mentir y ocultar lo que siento. Sé que no haré nada malo... (aunque me gustaría). Es la razón por la cual no me llueva ni en invierno y por la cual definitivamente pienso cada vez más en convertirme en sacerdote.

Cada paso que doy es un ser más y más otra persona. Me encantaría ser de esos que se enamoran rápido. De esos que les va la canita al aire, de esos quienes tienen por quien pensar en la noche y por quien levantarse en las mañanas.

Necesito que me apapachen... bueno lo haré yo mismo como otras tantas veces.

Pienso en mi amiga de pelo rojo y no sé... la verdad ella se está convirtiéndo. Se parece un poco a mí. Creo que le pegué el síndrome célibe que llevo. Está preocupada y abstemia de cualquier condición animal que se pueda presentar. Debo ser el culpable...

Bueno la lata es grande, pero sabré que algún día llegará mi minuto. Cuando me convierta en yegua y saque a pasear mi celo. Esto porque no hay caballero en esta ciudad que me invita a algún lugar, que me tire flores y trate de engrupir.

Jajajajajajajajajajajajajajaja Sólo queda la opción de reír...