viernes, mayo 11, 2007

Escribo

A todos nos llega lo escrito. El hecho de escribir es una manera de liberar tensiones y crear algo interesante para la posteridad. A veces es algo divertido, vivaz y agradable. A veces no. Pero si lo mezclamos con el periodismo sale algo sabroso, diferente, con ganas y fuerza, algo que dan apetitos para seguir leyendo y no soltar por nada del mundo.

Cuando nos encontramos con buenos textos, nos encontramos con algo que nos habría gustado escribir a nosotros. La envidia de no haberlo hecho nos hace leer y disfrutar lo que tenemos frente a los ojos. Nos hace ser adictos. En mi caso adicto a Fuguet en un principio, después a Andrea Maturana y, ahora, a Rosa Montero.

Así comencé a escribir, primero plagiando descaradamente (nada de bueno), para después encontrar mi estilo propio. Debo reconocer que es un poco burdo/normal barroco -dependiendo del ánimo con el que escriba-, pero -sin duda- natural.

Creo que esa es la mejor forma de entregar algo personal al lector. Sea cual sea el propósito -entretener, informar o documentar- se logra mezclando el periodismo y la literatura. Además da un toque más formal a los escritos literarios. Por ejemplo: Isabel Allende se documenta antes de escribir un libro. Y no sólo ella, sino casi todos los escritores que quieren hacer un trabajo de calidad para que nosotros lo devoremos con devoción.

Los periodistas se documentan y la literatura llega en los artículos de opinión, interpretación o investigativos, lo que hace de una persona un logófago sin precedentes, ya que un buen texto tiene una buena acogida y la literatura ayuda a que este hospedaje momentáneo de palabras escritas tome un sentido, una idea y un lugar en la mente lectora.

Esto hace que la amalgama osada entre periodismo y literatura sea más que un elemento para la agradable textura cognoscitiva de quien lee y quien redacta, es más bien un retrato histórico de quien toma la acción comprensiva. El que escribe quiere que lo lean y el que lee quiere haber escrito lo descifrado.

Es el eterno parafraseo que ayuda a mantener expectante y entretenido al leyente; que éste quiera saber más, inmiscuirse en el relato, contarlo a otros, hacer una alegoría alucinógena de lo que lee, pero más bien, agradar a un público objetivo que quiera informarse y entender el paso noticioso de cualquier esfera, dada ya como antesala por un buen texto periodístico-literario

Es por eso que escribí, escribo y escribiré, no importa si lo hago mal o bien. Si a la gente le gusta lo seguiré haciendo, si no, me resignaré a detener mi pluma (en este caso teclado de computador) y me haré un lector obsesivo de lo que nunca pude, pero quise, escribir.

4 comentarios:

Mister Duncan dijo...

bueno... hace mucho que no pasaba por acá... gaio... ja, esa plabara... nunca dejes de escribir, mil cosas quepensé ahí están hoy, todavia... porque las escribí.
abrazos

Anónimo dijo...

y de mi en qué momento vas a escribir???
te doy una pista...soy tu amiga máslinda
y la que vive más alto
Casiopea

pi. dijo...

No pares nunca de escribir!

me gusto el entry... me llegó

un abrazo


Pi.

Anónimo dijo...

Es raro, hace mucho tiempo que no entraba a este blog, no se, quizás por un poco de envidia, siempre he querido escribir así, y no he podido hasta ahora...
Disfruto cada una de tus palabras, lei todo lo no leido, y relei las del año anterior...
Sería bueno verte de nuevo... me divertias tanto con tus historias... esa semana que te conoci el año pasado para esta fecha...
Te leo...

Jaime